Aplicaciones móviles ciudadanas: Co-producción de servicios reutilizando datos públicos abiertos

La tecnología siempre ha gozado de un marcado carácter ambivalente. Hace un siglo ya que Bertolt Brecht escribía sobre el poder innovador de uno de los aparatos pioneros en la historia de la comunicación: la radio. “No creo que tenga por objetivo simplemente embellecer la vida pública (…). Pero aparte de lo dudoso de sus funciones, la radio es unilateral, cuando debería ser bidireccional”, señalaba. Hoy en día, en plena revolución de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), la radio como objeto para la diseminación de información está siendo sustituida por dispositivos que amplían las posibilidades de interacción, especialmente gracias a internet. Según la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre Equipamiento de productos tecnológicos en los hogares (2018 y 2019), mientras la utilización de la radio tiende a la baja (69,2%) aumenta la del teléfono móvil (98,5%), siendo la instalación de apps o software (63,2%) una de las habilidades principales de los usuarios de estas tecnologías.

Las distintas administraciones, conscientes de la importancia de esta nueva ola tecnológica, están realizando grandes esfuerzos encaminados a situarse en los canales en los que se encuentra la ciudadanía y generar nuevos espacios de apertura, tal y como demuestra la estrategia España Digital 2025. De hecho, la propia encuesta del INE señala que hasta un 63% de hombres y un 63,7% de mujeres de entre 16 y 74 años ya utilizan internet para interactuar con las Administraciones Públicas.

De entre la amplia gama de iniciativas propuestas para la transformación digital, destacan por su novedad y volubilidad los portales de datos públicos abiertos. Estas plataformas suponen ir más allá de la publicación de información pública, encaminándose hacia la deliberación y, especialmente, la co-producción de servicios públicos con la ciudadanía a través de la reutilización de los datos para la generación de valor público.

Existen dos estrategias para innovar de manera abierta con datos públicos abiertos: de dentro hacia afuera (inside-out), publicando la información en formato abierto y fomentando su reutilización por parte de actores externos a la administración, y de fuera hacia dentro (outside-in), dando voz a la ciudadanía para moldear el propio portal, por ejemplo, sugiriendo la publicación de nueva información o aportando una nueva idea sobre cómo reutilizar los datos. Existe además una tercera vía unificadora en la que el servicio público desarrollado a través de la reutilización genera una vuelta de valor hacia la administración. Es el caso de la aplicación “FixMyStreet”, de Reino Unido, que permite reportar problemas urbanos desde el móvil para que la administración proceda de manera eficaz y eficiente a solventarlo, ahorrando recursos y generando confianza y satisfacción en la ciudadanía.  

En este sentido, el móvil, frente a la radio, tan sólo se necesita a sí mismo, funcionando como emisor y receptor de la información. Esta ventaja se explota desarrollando aplicaciones móviles que, bajo el esquema de la innovación abierta, están siendo co-producidas con la ciudadanía reutilizando datos públicos abiertos, especialmente a nivel de la administración local. Así, se han publicado en los portales de datos públicos abiertos de los municipios españoles de mayor tamaño (>50.000 habitantes) un total de 63 aplicaciones móviles cuyo radio operativo es exclusivamente el de la propia localidad. 

Estas aplicaciones se suelen encontrar disponibles tanto en la playstore como en la appstore, lo que facilita su accesibilidad. Además, gozan de un impacto positivo entre sus usuarios, con una media de 3,41 sobre 5 puntos totales, aunque en cuanto a cantidad de comentarios se observan valores atípicos. A pesar de que la media de votos por app sea de 659,87, la alta desviación típica muestra que hay unas pocas apps que están empujando esta cifra hacia arriba. En efecto, se trata principalmente de apps ligadas al transporte como Madrid Metro|Bus|Cercanías, GuaguasLPA o EMT Valencia entre otras.

Tabla 1. Interacciones con las aplicaciones (nº)

ValoraciónVotos
Media3,41659,87
Mediana3,738
Desviación Típica1,342586,96
Máximo518753
Mínimo00
Fuente: elaboración propia en base a los datos de las apps en la playstore

Es importante conocer los sectores en torno a los que se desarrollan estas aplicaciones para conocer en cuáles existe cierta sobrexposición y cuáles han quedado olvidados. Una clara mayoría de aplicaciones se relacionan con el sector de urbanismo y transportes (34), seguido del referido a cultura y ocio (13). Economía, hacienda y comercio (5), Administración pública (3), Salud y bienestar (3) y Ecología (2) son el resto de categorías en las que se han desarrollado las apps. Llama la atención la falta de aplicaciones en sectores como Industria y energía, Educación o Demografía en los que se podrían reutilizar datos públicos abiertos para generar otro tipo de servicios de igual valor para la ciudadanía.

Figura 1. Categoría sectorial de las apps

Fuente: elaboración propia

El tipo de valor público generado con las aplicaciones depende en gran medida de los propósitos de su desarrollo. Todas ellas cumplen con un rol fundamental de facilitar el acceso a determinada información (63). Sin embargo, cuando se trata de profundizar en la relación con la ciudadanía, no parecen explotarse las virtudes de la innovación abierta. Un número reducido de apps permite identificar un problema social (8), cifra que disminuye para la búsqueda de opinión sobre temas específicos (3) y, aún más, para proponer y resolver dichas problemáticas. Aplicaciones como “Buzón ciudadano”, de Vitoria, logran plasmar esta esencia permitiendo a los ciudadanos iniciar discusiones sobre problemáticas concretas del municipio e interactuar con otros ciudadanos a la par que conversar de manera directa con su ayuntamiento. 

Figura 2. Objetivos de las apps

Fuente: elaboración propia

Estos datos parecen indicar cómo el desarrollo de las aplicaciones ciudadanas a nivel local en España aún está, a nivel general, en sus estadios iniciales. A pesar de la retroalimentación positiva recibida hasta el momento, merece la pena explorar de cara al futuro nuevos nichos de reutilización de los datos públicos abiertos según el sector de referencia y reconducir aquellas iniciativas y desarrollo de apps hacia la resolución de problemas sociales específicos. Especialmente, hemos de hacer hincapié en el carácter bidireccional que ofrecen estas tecnologías para enriquecer la comunicación entre ciudadanos y administraciones de cara a generar valor de manera compartida. Los portales de datos públicos abiertos tienen la tarea y el desafío de transitar por esta vía. 

Carlos Jiménez Cid. Investigador predoctoral en el Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Facultad de Derecho, Universidad Autónoma de Madrid.